Durante mucho tiempo creí que la clave para avanzar en mi negocio era tener sistemas de productividad complejos, llenos de pestañas, colores y rutinas interminables que parecían orden y control. Sin embargo, después de años de prueba y error, descubrí que el 90% de esos sistemas estaban saboteando mi efectividad real. En lugar de ayudarme a producir más, me frenaban, me hacían procrastinar y me alejaban de lo que realmente importa: generar resultados concretos.
Hoy quiero compartir contigo un concepto que transformó por completo mi forma de trabajar: la anti-productividad. No se trata de ser menos productivo, sino de ser radicalmente efectivo sin complicarte la vida con sistemas innecesarios. Aquí te explico las cinco verdades que cambiaron mi enfoque y que, si las aplicas, te ayudarán a optimizar tu tiempo y resultados de verdad.
Verdad 1 Anti-Productividad: Los sistemas complejos son procrastinación disfrazada
¿Has visto esos dashboards de Notion o Excel con decenas de pestañas, colores y etiquetas?
¿O esas rutinas matutinas interminables que parecen más un ritual que un impulso para producir?
La realidad es que muchas veces ese exceso de organización no es productividad, sino procrastinación disfrazada.
Dedicar 90 minutos diarios a organizarte puede parecer productivo, pero mientras tú haces eso, tu competencia está llamando clientes, cerrando acuerdos y generando ingresos. Organizarse no es sinónimo de producir.
Como bien dice Alex Ormozi:
«Organizarte no es producir. Producir es lo que te paga.»
Además, cada campo extra que añades a tu sistema implica una decisión más que tu cerebro debe tomar. Esto sobrecarga tu corteza prefrontal y te fatiga mentalmente. Por eso, la clave está en simplificar al máximo tu proceso de planificación y dedicar el mayor tiempo posible a la ejecución.
Un consejo práctico para empezar: elimina todo lo que no responda a dos preguntas simples:
- ¿Qué debo hacer?
- ¿Para cuándo?
Configura filtros para hoy, para esta semana y como máximo para la próxima semana. Con esto y el buscador global de Notion tienes más que suficiente para empezar a simplificar.
Piensa en tu sistema como una escalera, no como un laberinto. Si un niño de 12 años no puede entender tu flujo de trabajo en 30 segundos, probablemente estés en procrastinación premium.
Verdad 2 Anti-Productividad: Existen dos tipos de trabajadores y estás mezclándolos mal
Una de las trampas más costosas en productividad es no diferenciar entre dos tipos de trabajo que requieren estrategias completamente diferentes. Alex Ormozi lo descubrió cuando pasó de 0 a 100 millones en 8 años, y su hallazgo es brutalmente cierto para cualquier emprendedor o profesional.
El trabajo del hacedor (maker)
Este es el trabajo que realmente mueve montañas: escribir un email que cierra un trato, desarrollar un producto innovador, crear contenido que te posiciona como autoridad. Requiere bloques largos de tiempo sin interrupciones. Piensa en ello como esculpir: necesitas horas continuas para que emerja una obra maestra.
El trabajo del gerente (manager)
Este tipo de trabajo ocurre en fragmentos: reuniones de 30 minutos, llamadas rápidas, coordinación con el equipo. Aquí tu valor está en sincronizar a otras personas, como un director de orquesta.
Pero ojo, una reunión de 30 minutos puede destruir hasta 4 horas de trabajo creativo por el efecto Zeigarnik. Tu cerebro se prepara para la reunión antes, pierde concentración y después necesita tiempo para volver a entrar en flow. Resultado: 4 horas disponibles se convierten en una hora realmente productiva.
La solución no es eliminar todas las reuniones, sino ser intencional con cuándo eres maker y cuándo manager. Implementa un sistema de bloques puros:
- Días de maker: calendario vacío, cero interrupciones, solo tú y tu proyecto principal.
- Días de gerente: calendario lleno de reuniones, llamadas y coordinaciones.
Esto no solo mejora la productividad, sino también la energía psicológica. Despertar con un calendario vacío para un día de maker es como ver una pista de atletismo despejada antes de un sprint.
Te reto a probar esta semana un día completo de maker: apaga el teléfono, agenda cero reuniones y dedícate exclusivamente a ese proyecto que tienes pospuesto. Verás la diferencia en tu capacidad de avance.
Verdad 3 Anti-Productividad: Tu biología es más importante que tu sistema
Muchas veces intento copiar las rutinas matutinas de personas exitosas como Tim Cook o Mark Cuban, pero eso me llevó a frustrarme porque no funcionaban conmigo. La razón es simple: estoy luchando contra mi biología, no trabajando con ella.
Tu cerebro tiene horarios naturales, llamados cronotipos. Algunos somos alondras, otros búhos, y la mayoría estamos en algún punto intermedio. Forzar una rutina que va contra tu biología no es productividad, es masoquismo.
Por ejemplo, el cortisol, la hormona que te despierta, tiene su pico natural entre 2 y 3 horas después de levantarte. La adenosina, que te da sueño, se acumula durante el día. Un estudio con programadores mostró que trabajar en tu hora pico biológica permite resolver problemas complejos un 40% más rápido.
Si eres un búho natural y tratas de ser productivo a las 6 de la mañana, es como correr un maratón con los cordones desatados: técnicamente posible, pero sufrirás innecesariamente.
¿Cómo descubrir tu ventana dorada biológica? Durante una semana, registra en Notion cada tarea importante con estos datos:
- Hora exacta
- Nivel de energía (1 a 10)
- Facilidad para concentrarte (1 a 10)
- Calidad del resultado (1 a 10)
Al final de la semana, filtra por las puntuaciones más altas y encontrarás tu patrón horario óptimo.
Si tienes un horario fijo, planifica las tareas más desafiantes en tu ventana biológica. Y cuando no estés en ella, usa la técnica de Nicolas Cole: encuentra la acción más pequeña que puedas hacer sin resistencia. La motivación viene después de la acción, no antes.
Errores comunes que debes evitar:
- No te compares con otros cronotipos. Mark Cuban es alondra, tú puedes ser búho.
- No intentes cambiar tu biología de golpe. Los cronotipos son principalmente genéticos.
- No ignores los ciclos ultradianos de 90 minutos, que marcan subidas y bajadas de energía.
Verdad 4 Anti-Productividad: La inteligencia artificial como multiplicador real
He visto emprendedores perder horas diarias jugando con ChatGPT para crear poemas o imágenes sin impacto real en su negocio. Mientras tanto, otros usan la inteligencia artificial para cerrar tratos, automatizar procesos y multiplicar su capacidad.
La diferencia está en entender esta regla de oro: la IA o te da tiempo o te da dinero. Si no hace ninguna de las dos, no es productividad, es entretenimiento.
La mayoría (80%) usa la IA para entretenimiento, 15% para tareas básicas como corrección o traducción, y solo un 5% la utiliza como multiplicador real.

Estos son los cuatro usos de la IA que más impacto tienen:
- Estrategia virtual: no le pidas decisiones, sino que analice opciones. Por ejemplo, «Analiza tres enfoques para mi producto considerando mi mercado». Esto puede ahorrarte hasta 8 horas a la semana.
- Generador de sistemas: enseña tu proceso para escalarlo. Crea checklists automatizados y convierte conocimiento tácito en sistemas replicables.
- Optimizador de comunicación: no escribe por ti, pero mejora lo que ya escribiste. Por ejemplo, «Mejora este email para aumentar la tasa de respuesta manteniendo mi tono». Incrementa la eficiencia en un 40-50%.
- Acelerador de aprendizaje: convierte información compleja en conocimiento aplicable. Extrae insights clave que reducen el tiempo de investigación de horas a minutos.
Pero ten cuidado con el síndrome del perfeccionismo en IA: pasar 2 horas perfeccionando un prompt para ahorrar 30 minutos no es productividad, es procrastinación disfrazada de innovación.
Verdad 5 Anti-Productividad: La efectividad radical sobre la organización perfecta
He conocido emprendedores con dashboards más bonitos que obras de arte y cuentas bancarias vacías, y otros con sistemas tan básicos que darían vergüenza, pero que facturan millones. La diferencia no está en cuán organizado estés, sino en qué tan bien ejecutas cuando importa.
La maestría no se mide por lo bien que organizas, sino por tu capacidad para cumplir resultados consistentes incluso cuando las cosas se complican.
Los sistemas pueden fallar: el internet puede caerse, tu calendario desincronizarse, pero si desarrollas la habilidad fundamental de ejecutar, podrás producir resultados con cualquier herramienta y en cualquier circunstancia.
En lugar de preguntarte cómo organizar mejor, pregúntate: ¿Cuál es la siguiente acción que realmente mueve esto hacia adelante?
Las tres dimensiones de la efectividad radical
- Velocidad de decisión: los efectivos radicales deciden rápido con poca información (70%) y ajustan sobre la marcha. Usa la regla de los 2 minutos: si recopilar más información lleva más de 2 minutos, decide ya.
- Inmunidad a la perfección: entienden que hecho es mejor que perfecto. Lanzan, miden y ajustan. Mientras otros perfeccionan 3 meses una web, ellos lanzan cinco versiones, aprenden y dominan el mercado.
- Capacidad de recuperación: cuando fallan, vuelven al trabajo inmediatamente. No pierden días lamentándose o reorganizando sistemas.
Voy a ser honesto: durante años fui adicto a la organización. Cada sistema nuevo me daba un subidón temporal, pero mis resultados no mejoraban. El punto de inflexión fue darme cuenta de que usaba la organización para evitar trabajo real, para no enfrentar llamadas difíciles o no escribir contenido importante.
El éxito no viene solo de tener mejores sistemas, sino de ser alguien que puede mostrar resultados consistentes. Por eso desarrollé esta metodología antiproductividad: para que no tengas sistemas más bonitos, sino que te conviertas en alguien radicalmente efectivo.
Y lo más importante: cada persona es diferente, con circunstancias únicas. No todos necesitamos el mismo sistema. Por eso, perder el miedo a avanzar y aplicar principios simples pero poderosos puede ser tu mejor estrategia.
En resumen, puedes seguir añadiendo pestañas y colores a tu Notion, o puedes empezar a implementar estos principios de sistemas antiproductividad que realmente funcionan. La diferencia está en pasar de optimizar sistemas a optimizar resultados.
Si quieres profundizar, te animo a buscar plantillas y recursos que te ayuden a implementar estos conceptos en tu día a día. Lo más importante es que empieces a ser radicalmente efectivo y dejes atrás la falsa productividad.
Recuerda, la verdadera productividad no es verse ocupado, es producir resultados que importan.